Los productos de cannabis comestibles son una forma cada vez más popular de consumir cannabis. Estos productos pueden ofrecerte una forma discreta y deliciosa de disfrutar de los efectos beneficiosos del cannabis sin tener que fumar o vaporizar. Sin embargo, si eres nuevo en el mundo de los productos de cannabis comestibles, puede ser difícil saber por dónde empezar.
Los productos de cannabis comestibles son productos alimenticios que contienen cannabis. Estos productos pueden variar ampliamente, desde galletas y dulces hasta bebidas y aceites. El cannabis se incorpora a estos productos en forma de aceite, extracto o cannabis decarboxilado. Los productos de cannabis comestibles se pueden comprar en dispensarios de cannabis legal.
Los productos de cannabis comestibles funcionan de manera diferente a fumar o vaporizar cannabis. Cuando fumas cannabis, los cannabinoides se inhalan directamente en los pulmones y se absorben rápidamente en el torrente sanguíneo. Los productos de cannabis comestibles funcionan de manera diferente porque pasan por el sistema digestivo.
El cannabis ingerido no se absorbe directamente en el torrente sanguíneo, sino que primero debe pasar por el hígado. Este proceso se llama metabolismo de primer paso y puede afectar significativamente la forma en que el cuerpo procesa el cannabis. La absorción del cannabis comestible puede ser más lenta y duradera, y los efectos pueden durar mucho más que cuando se fuma o vaporiza cannabis.
Si eres nuevo en el consumo de productos de cannabis comestibles, es importante saber que la dosificación puede variar significativamente. La potencia de los productos de cannabis comestibles varía según el fabricante, la receta y la densidad del mismo. Si tomas una cantidad demasiado grande, podrías experimentar efectos no deseados.
Por lo tanto, es importante comenzar con una dosis baja e ir aumentando lentamente si se requiere. Se recomienda empezar con un producto de cannabis comestible que contenga entre 2,5 y 5 miligramos de THC. Debe esperar al menos dos horas antes de decidir si su dosis es adecuada. Dado que la absorción del cannabis comestible es más lenta que la de fumar o vaporizar, el metabolismo puede variar significativamente de persona a persona.
Para evitar una dosificación excesiva, evite comer múltiples productos de cannabis comestibles al mismo tiempo. Además, debe evitar compartir productos de cannabis comestibles con amigos o familiares que puedan tener una tolerancia diferente a la suya.
El almacenamiento de los productos de cannabis comestibles es importante para preservar su potencia y sabor. La mayoría de los productos de cannabis comestibles, en particular aquellos que contienen ingredientes lácteos o mantequilla, deben ser almacenados en el refrigerador. También se recomienda almacenar los productos de cannabis comestibles en un recipiente sellado para evitar la exposición al aire y la humedad. Asegúrese de mantener los productos de cannabis comestibles fuera del alcance de los niños.
El consumo de productos de cannabis comestibles puede tener efectos secundarios distintos a los del fumar o vaporizar cannabis. Los efectos secundarios varían según la dosis, la potencia del producto y la tolerancia individual. Los efectos secundarios más comunes incluyen somnolencia, mareo, sequedad en la boca y los ojos y pérdida de la memoria a corto plazo. También puede haber un mayor riesgo de paranoia o ansiedad en algunas personas.
Siempre consulte a su médico antes de consumir productos de cannabis comestibles si tiene una afección médica existente o si está tomando medicamentos recetados. También se recomienda evitar el consumo de alcohol y otros intoxicantes mientras se consumen productos de cannabis comestibles.
Los productos de cannabis comestibles se pueden hacer de varias maneras. Aquí hay una receta básica de cannabis de mantequilla:
Paso 1: Precalentar el horno a 240 ° F (115 ° C). Triturar el cannabis en trozos pequeños con un molinillo de hierbas.
Paso 2: Coloque el cannabis en una bandeja para hornear y cocine en el horno durante 30 a 40 minutos. Esto ayudará a activar los cannabinoides.
Paso 3: En una olla, caliente la mantequilla y el agua a fuego lento hasta que la mantequilla se haya derretido por completo.
Paso 4: Agregue el cannabis al agua y la mantequilla y continúe cocinando a fuego lento durante al menos 3 horas, revolviendo regularmente. Esto ayuda a extraer los cannabinoides en la mantequilla y el agua.
Paso 5: Cuele la mezcla a través de un colador de tamiz fino para eliminar el cannabis sólido.
La mantequilla de cannabis resultante se puede usar para hacer productos de cannabis comestibles como brownies, galletas y pasteles.
Los productos de cannabis comestibles ofrecen una forma discreta y deliciosa de disfrutar de los efectos beneficiosas del cannabis. Además, pueden ser una excelente opción para aquellos que prefieren no fumar o vaporizar. Si eres nuevo en los productos de cannabis comestibles, recuerda comenzar con una dosis baja y aumentar lentamente. Además, es importante almacenar los productos de cannabis comestibles adecuadamente y tener en cuenta los posibles efectos secundarios.